
Yo sigo levantando cada mañana las persianas de mi negocio, sin que todas estas y muchas más adversidades consigan minar las ganas de continuar ocupado en algo en lo que ya se han encargado otros de engrandecer, llenándolo de historia, tradición, cultura y artesanía.
Arto de oír noticias negativas sobre nuestro presente y futuro profesional, bueno es hacerles frente de la mejor forma que conozco, trabajando. Como todo en esta vida las malas épocas suelen durar más o menos tiempo, pero al final, también pasan.
Esto que os escribo, no es de ninguna manera una queja, es más bien un hálito de positivismo para hacer oídos sordos a lo negativo y desde detrás del mostrador alentaros a levantar el ánimo.
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