martes, 4 de octubre de 2011

Saladino y su cimitarra.

Fue sultán de Arabia, Egipto, Mesopotamia y Siria, durante la tercera cruzada. Cuentan los escritos que cuando Ricardo Corazón de León se encontró con él en las cruzadas, este quiso demostrarle las aptitudes de su espada cortando una barra de hierro de un fuerte golpe. Saladino tomó entonces un cojín de seda y lo partió dejando caer su cimitarra sin ningún esfuerzo al tiempo que el cojín se desgajaba en dos partes. Los soldados cristianos creyeron que se trataba de un truco y Saladino lanzó entonces un velo al aire y lo cortó limpiamente antes de caer este al suelo.

Con esta efectiva demostración, quedaron más que demostradas las excelentes características de las hojas musulmanas. Eran armas curvas, refinadas y ligeras. Muy cortantes, de un solo filo y de empuñadura con protección. De origen persa y muy utilizada en la india. Era el arma de Alá, es decir, al igual que para un caballero su espada representaba el mismismo espíritu de la caballería, la cimitarra era el arma bendita del Islam.

Saludos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario